Santander |
I Premio Mujer Cantabria
La primera edición recayó en la bióloga y docente María Josefa Pérez Vega, por su contribución, durante toda su vida, a la defensa de los derechos de la mujer en todos sus ámbitos: laborales, personales y profesionales.
María Josefa (Escalante, 1927), titulada en Ciencias Naturales y en Magisterio, se quedó viuda con 37 años y 4 pequeños de corta edad. Trabajó en el Control de Calidad en la Petroquímica de Calatrava (Gajano), pero, para poder atender a sus hijos (y conciliar su vida personal y profesional), opositó al cuerpo de Agregados de Instituto y obtuvo la plaza en el Marqués de Santillana, de Torrelavega. Posteriormente obtuvo la cátedra en el Santa Clara, de Santander.
Fue la primera mujer concejala en el Ayuntamiento de Santander, en 1970, y se presentó por lo que entonces se llamaba el “Tercio Familiar”. Ya desde la administración, y preocupada por la enseñanza y por las mujeres, promovió la construcción de tres escuelas públicas en la zona de General Dávila y dos parvularios, así como una escuela nocturna para que las mujeres obtuvieran el graduado escolar.
Su espíritu de servicio a los demás le hizo promover, fundar y presidir la primera Asociación de Viudas de Cantabria -organizó una oficina en su casa para que las viudas pudieran conocer sus derechos y cobrar su pensión-, así como la Asociación para la Promoción de la Mujer Rural.
Nunca ha dejado de estudiar. También sacó la oposición al cuerpo de Inspectores de Enseñanzas Medias, y, en su destino a Bilbao, llegó a estar amenazada por ETA.
Como ella misma ha afirmado en Onda Cero, “con 92 años, me queda tanto por hacer, que no sé de dónde voy a sacar el tiempo”.