La Asociación Profesional Justicia Guardia Civil (Jucil) alerta del aumento de agresiones a la Guardia Civil en Cantabria. El último, lo ocurrido en Reinosa donde dos agentes fueron agredidos e inmovilizados por un conductor y su copiloto. Los individuos además se apoderarón del coche patrulla y lo despeñaron por Alto Campoo. Para el portavoz de la asociación, José Mota, "estas actuaciones son el resultado de la pérdida de respeto y del principio de autoridad a los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado."
Denuncian que el código penal es excesivamente laxo y con condenas rídiculas. "Las penas son tan blandas que un sujeto que comete un delito grave, como un homicidio en grado de tentativa, queda rápidamente en libertad y reincide, porque sabe que saldrá impune", ha señalado Mota, quien también lamenta la falta de efectivos en el territorio. Y es que desde Jucil estiman que son cerca de 350 los efectivos necesarios en Cantabria para cubrir toda la comunidad. Una circunstancia que asegura es aprovechada por los delincuentes. También demandan más medios y material como pistolas eléctricas, chalecos antibalas individuales y cámaras de dotación personalizada.
En 2024 se registraron 33 casos de agresiones y atentados contra la Benemérita en Cantbaria. Una cifra solo superada por Almería, con 46 ataques. Aseguran desde la asociación que se trata de una situación alarmante especialmente en una zona que, a priori, debería ser más tranquila, al no ser una puerta de entrada del narcotráfico ni de inmigración ilegal, como ocurre en provincias gallegas, andaluzas o en las Islas Canarias.