El santanderino Santi Urdiales lleva ya mucho tiempo asentado en tierras manchegas. Ahora entrena al Caserío Ciudad Real que se enfrenta al Puerto Sagunto el sábado a las seis en la primera seminal. A las 20:15 jugará el Sinfín ante el San Pablo Burgos. "Llevo ya aquí más de diez años, cuando me retiré como jugador profesional. Mi mujer es de aquí y ya soy un poquito manchego, aunque echo de menos mi tierra, mi mar y mi Racing. Eso no va a cambiar. Voy siempre en Navidades y en verano", cuenta.
Sobre la fase de ascenso a la Asobal dice que "estará todo muy igualado. La dureza de la División de Plata hace que al final todo se marque en detallucos. No sé si nos verán como favoritos. Ser el anfitrión siempre es muy traicionero". Urdiales cree que "el Sinfín ha ganado a todos. No veo a ningún equipo superior al resto. Será muy bonito. El Sinfín es un club ejemplar en la manera de trabajar. Si no subimos nosotros, que sean ellos". También estará pendiente de lo que haga el Racing, aunque no tiene claro que ascenso a Primera será más complicado: "Los dos tienen muchas dificultades. Aunque ascendamos nosotros el domingo estaré pendiente de lo que haga en Elda. Mi padre jugó en el Racing y siempre es algo muy especial".