Fue siete veces campeón de España en lanzamiento de peso y olímpico en Río. Se retiró con casi 39 años y puso fin a una larga etapa vinculado al deporte y a León. Regresó a casa y ahora está feliz en Castro Urdiales. Por motivos laborales no pudo continuar con la escuela de atletismo allí, pero no descarta volver. "Lo que es competir no lo echo de menos, si te soy sincero. Cerré una etapa. He vuelto a casa y estoy en otra fase de mi vida y estoy feliz. Echas de menos estar con la gente y los viajes, pero no me atormenta. Tengo planes nuevos los fines de semana y estoy contento", confiesa. Y es que el estar siempre pendiente de lograr una marca para clasificarse para un gran cita resulta muy duro: "No sabes si vas a llegar o no. Si van a servir dos o tres años de trabajo para llegar a la marca, los pensamientos negativos que te asaltan... Luego hay cosas muy positivas que da el deporte. Es un trayecto que marca el carácter y aprendes mucho".
El domingo se le tributó un pequeño homenaje en la prueba de atletismo de Castro Urdiales de los 10KM: "Lo normal es no ser profeta en tu tierra, pero en mi caso yo estoy encantado aquí. Muy agradecido. En León me han tratado de maravilla, pero la vuelta a casa, estar con la familia, con los amigos... Para mí Castro es de las ciudades más bonitas de España", asegura emocionado.
Ahora busca trabajo y sigue estudiando. "Tengo el título de entrenador. El año pasado estuve con los Sub-14 en el Atlético Castro, pero por motivos laborales no pude seguir. Ahora estoy buscando trabajo y estudiando. Los sábados por la mañana bajo para echar una mano porque a los chavales se les echa de menos y son muy agradecidos", explica. Resulta duro dejar el deporte de élite e incorporarse al mundo laboral: "Es un poco lo que escogemos. Lo suyo es formarse e ir con calma. Hasta que no dejas el deporte de alto nivel y entrar en el mundo laboral no eres consciente de lo que conlleva. Estoy con calma y las cosas saldrán".
Carlos Tobalina es muy fan de la cultura japonesa y llevó con pena no estar en los Juegos Olímpicos de Tokio: "El Covid lo cambió todo, se aplazaron un año y se preparó de aquella manera, luego tuve problemas físicos... Las cosas vienen como vienen, pero Japón sigue ahí y podré ir... Yo turismo no hacía cuando competía. Me gustaba estar en la pista y animar a los que todavía no habían terminado. Prefería eso que hacer turismo".
De su larga trayectoria deportiva, tenía casi 39 años cuando se retiró, se queda con el debut olímpico en Río de Janeiro en 2016 y "lo peor seguro que ha sido pegarse con ese muro constante de las marcas personales, no he lanzado lo que de verdad podía y eso es una experiencia que se queda clavada". El castreño se quedó con un nulo de 20,89 en Zúrich, por ejemplo, y pudo haber tenido algún registro mejor.
