Ha logrado tanta ventaja que le sobrarán las dos últimas carreras en Valencia y ya pudo celebrar en Barcelona el título de campeón del mundo JúniorGP. En Montmeló hizo dos segundos puestos, aunque le bastaba con puntuar. "No ha sido fácil, este año había mucho nivel y todo el equipo se ha esforzado mucho para lograrlo. Lo podremos disfrutar en Valencia, ya sin presión", explica. No es Brian de muchas celebraciones y menos con una recta final de temporada intensa compitiendo también en Moto3. "Hemos intentado disfrutarlo al máximo, es algo que no pasa todos los días. No me gusta nada la fiesta, soy bastante parado, pero tocaba disfrutar y bailar un poco. Espero que podamos seguir cumpliendo sueños. A mis mecánicos sí les gusta mucho la fiesta y yo intenté fluir, pero no les lo mío", comenta.
En Australia y Malasia ha disputado sus dos primeras carreras en Moto3. Brian Uriarte explica sus sensaciones: "En Australia fue complicado para mí, pista y equipo nuevo, de salida una caída en la segunda vuelta que me puso en dificultades y se puso todo cuesta arriba. Las condiciones eran difíciles, pero lo disfruté. Me hubiese gustado estar más adelante, pero hay que asumirlo". Quedó el 19. "En Malasia reseteé la mente y olvidé lo de Australia. Ya en la vuelta andado al circuito le dije a Emilio Alzamora que parecía que era una pista que me iba bien. Allí la afición es brutal. Mi primera vez en Asia fue bastante bien y luché por la cuarta posición hasta la última vuelta, pero pierdes puestos rápido, tuve una sanción y hay mucho nivel... ¡Es el Mundial!", apunta. Terminó en el puesto noveno. "No estaba en lo esperado pelear por esas posiciones de arriba tan rápido. No se ve el trabajo que hay detrás, pero trabajamos muy duro", relata.
Este fin de semana compite en Portugal en el Mundial de Moto3, un sitio que conoce bien: "Allí he ganado corriendo la Talent Cup. Será la primera vez en Moto3 que conozco bien el circuito y a ver qué tal se da. Hay que trabajar muy duro para subir al podido, pero si se puede hacer un podio... Las expectativas no pueden ser muy altas porque llevo solamente dos carreras en el campeonato y el objetivo no deja de ser aprender para la campaña que viene", dice modesto. Su llegada al Mundial ha sido muy rápida y son sus primeros pasos: "Estoy muy contento, de un día para otro me llamaron y es el sueño de cualquier piloto que empieza. Esta última parte de la temporada es dura, tengo seis fines de semana con carreras, pero para mí es un diversión, no es un problema. Me lo estoy pasando muy bien, es lo que me gusta y hay que saber aprovecharlo bien".
Su familia también está siendo muy feliz de verle ya en el Mundial. "En casa están muy contentos, es un sueño para todos. Mis padres no están en la moto, pero lo viven igual que yo o más. Es un logro para todos, lo ha sacrificado todo para dármelo a mí y es un sueño hecho realidad... Tengo que agradecérselo a ellos", declara. Con 17 años es muy madura y no se le ha subido el título a la cabeza: "Hay que tener los pies en el suelo y no se puede dar nada por hecho, el camino es muy largo y muy duro y hay que seguir trabajando".
