Se trata de una nueva tasa de basuras diferenciada que obliga a cambiar toda la estructura de cobro en los ayuntamientos aplicando criterios distintos para hacer valer la filosofía de la tasa: pagar por el residuo que se genera. A falta de medidores particulares, cada ayuntamiento debe establecer el criterio de cobro. En Santander se aplicará en función del número de personas de cada unidad familiar. Se aplicará una subida en la cota fija trimestral que será de 103 euros, una subida de 28 euros si viven dos personas en la vivienda, 39 euros si viven tres personas y 48 euros más para familias de cuatro o más miembros. Además, se fijará una tarifa comercial, más compleja de cuantificar, porque se han establecido hasta 12 categorías distintas.