Las croquetas nos unieron. Esa es la premisa desde la que Aroa Alemán lanza su oda a uno de los bocados más queridos del recetario popular. Porque las croquetas son fáciles de hacer —aunque algunos se empeñen en complicarlas— y porque quien orbita en esa frecuencia croquetera, acaba encontrándose.
En esta edición de Lo que surja, celebramos las croquetas bien hechas, las que no saben solo a bechamel, y repasamos el mayor logro I+D+I croquetero en casa de Aroa: compango asturiano. Aunque, como ella misma reconoce, a veces también caen las clásicas de atún o jamón.