Las especies que se capturan en la pesca de arrastre, artesanal de trasmallo y la recreativa submarina están sobreexplotadas, según un estudio de Oceana, que concluye que en Baleares se pesca a un ritmo mayor de lo que las especies pueden soportar.
De esta manera se pone en peligro el futuro de su supervivencia, señala la organización conservacionista en un comunicado, en el que añade que la pesca industrial de arrastre representa la principal amenaza para el mar balear porque es la más agresiva con los hábitats marinos y la menos selectiva.
Oceana ha presentado hoy su propuesta para una pesca responsable en Baleares, donde propone "una red de áreas marinas protegidas coherente y representativa" de los hábitats importantes de la zona, que ocupan el 30% de las aguas de Baleares.
Estas áreas incluyen las montañas submarinas del canal de Mallorca, la ampliación a aguas profundas del Parque Nacional de Cabrera, el cañón submarino del sur de Menorca, el santuario para el atún rojo en el sur del archipiélago, entre otras.
De este análisis de Oceana se concluye que las aguas baleares se encuentran en mejor estado de conservación que las vecinas aguas de la península, aunque indica que "queda mucho para lograr un estado de salud adecuado".
"Esta propuesta puede representar un ejemplo de gestión para otras zonas del Mediterráneo", ha indicado el director ejecutivo de Oceana, Xavier Pastor.
Pastor considera que solo tomando en cuenta la actividad pesquera en su conjunto, se puede asegurar la conservación de los ecosistemas marinos; de manera que la pesca resulte una actividad sostenible y rentable a largo plazo.