Mientras persista la pandemia del coronavirus

El obispo suspende las procesiones y actos religiosos de Semana Santa en Mallorca

Y la obligación de ir a misa el domingo.

EFE

Illes Balears | 13.03.2020 17:58

Procesión de Semana Santa de la Confraria Ntra.Sra. de la Soledat en Palma
Procesión de Semana Santa de la Confraria Ntra.Sra. de la Soledat en Palma | Confraria Ntra.Sra. de la Soledat

El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, ha firmado un decreto por el que suspende las procesiones y actos públicos religiosos de Semana Santa en toda la isla y se dispensa a todos los fieles católicos del precepto de ir a misa los domingos y días de fiesta mientras persista la pandemia del coronavirus.

De todos modos, la Iglesia católica mantendrá en Mallorca todas sus celebraciones litúrgicas y sacramentales -misas, matrimonios, funerales, confesiones, etcétera- y seguirá las indicaciones de las autoridades sanitarias de no superar un tercio el aforo y respetar la distancia de seguridad.

Además, el obispo aconseja a las personas mayores y a los que forman parte de los grupos de riesgo que eviten acudir a las iglesias y que sigan la eucaristía por radio, televisión o Internet (IB3 Televisión, Trece, La 2, Cope, Radio María y RNE).

En estos casos, el obispo les anima a rezar una comunión espiritual cuando no puedan recibir materialmente la sagrada forma.

Además, el obispo ha establecido que no haya agua bendita en las pilas de las entradas de los templos, que no se besen ni toquen las imágenes, que la comunión se reciba en la mano y que el signo de la paz se viva con una inclinación de cabeza.

También quedan suprimidas las catequesis mientras que no haya clases en los centros docentes, así como conferencias pastorales, reuniones, retiros, encuentros o convivencias.

En bodas, bautizos, funerales, etcétera se limita la participación en estos sacramentos a familiares y personas próximas.

Las dependencias administrativas eclesiásticas, como la Casa de la Iglesia de Palma, el Archivo Diocesano y el Museo de Arte Sacro, cerrarán sus puertas al público hasta nuevo aviso, así como las visitas turísticas a la Catedral de Mallorca.

El obispo pide paciencia y comprensión en estos momentos de excepción y se acoge a la intercesión, junto a todos los fieles, a la Madre de Dios de la Salud para superar "unidos esta prueba".

Monseñor Taltavull ha firmado este decreto siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias y de la Conferencia Episcopal Española y ha expresado su "máxima preocupación por la gravedad de la situación".