Hoy conocemos más a fondo la tremenda historia de "un ciudadano más", como dice él, que lamenta la falta de empatía y humanidad que vivió con su madre. Es el caso de José Ramón Quintana Vázquez que denunció públicamente la falta de diligencia del personal de admisión y coordinación del centro de salud 'Escola Graduada' de Palma, donde intentó activar el protocolo de cuidados paliativos para su madre, una mujer de 86 años con Alzheimer en fase terminal.
A pesar de seguir las indicaciones médicas y contar con todos los informes necesarios, según ha contado José Ramón Quintana en los micrófonos de Onda Cero, éste se encontró con una cadena de obstáculos burocráticos, ausencia de personal clave y una negativa a activar el protocolo de cuidados paliativos que su propia médico de cabecera le había recomendado. Esta situación le obligó a recurrir a un servicio privado para garantizar los cuidados mínimos. Lamentablemente, su madre falleció el pasado viernes, 16 de abril, sin haber recibido el acompañamiento público que le correspondía.
Los hechos denunciados se produjeron el jueves, 8 de abril, cuando José Ramón acudió a su centro de salud en busca de su médico de cabecera que no se encontraba trabajando ese día. Sin embargo, la médico sustituto no dio solución a la paciente, representada por su hijo, ni tampoco estaba disponible ni presente el coordinador del centro, tal y como denuncia el hijo de la enferma que acabó falleciendo.
"No quiero que mi caso se repita", insiste José Ramón, cuyo testimonio no puede quedar en el anonimato. Su historia, sin embargo, ha sido contestada por el Ib-Salut que insiste que "se cumplieron los protocolos". Ahora este mallorquín pide una reflexión al más alto nivel sobre la "deshumanización" del sistema público y la falta de empatía con los pacientes y sus familiares cuando más "perdidos" están. Habla sobre los protocolos, dependencia y posibilidades de futuro en esta entrevista que ofrece al programa 'Más de uno Mallorca'.