El Govern balear ha aprobado este lunes en un Consell de Govern extraordinario el decreto ley de medidas urgentes de protección del territorio de Baleares que, según el conseller de Medio Ambiente y Territorio, Miquel Mir, "marcará un punto de inflexión en nuestro modelo territorial".
Mir ha recalcado que el decreto apuesta por medidas de contención y regulación y afecta a los tres tipos de suelo existentes (falsos urbanos, suelos urbanizables y suelo rústico) y busca proteger los usos agropeacuarios del suelo rústico y "evitar usos impropios como el turístico y residencial".
Entre otras medidas, el decreto desclasifica suelos urbanizables sin desarrollar; establece una moratoria sobre los llamados falsos urbanos, donde se suspenden los nuevos proyectos y la concesión de licencias hasta el 31 de diciembre de 2022; y en suelo rústico prohíbe edificar nuevas viviendas unifamiliares aisladas, salvo las vinculadas a explotación agropecuaria, incluso en ARP.
Ibiza y Formentera quedan excluidas de las normas que afectan al suelo rústico porque hace menos de dos años que aprobaron sus planes territoriales.
Mir ha asegurado que la aplicación del decreto arroja "magnitudes importantes" y lo convertirá en "una de las medidas de protección territorial más importante de las islas en las últimas décadas".
Según el cálculo del Govern, el decreto protegerá unas 400 hectáreas de suelo urbanizable; así como unas 200 potenciales de los llamados falsos urbanos con la moratoria, lo que equivale a una población potencial de alrededor de 50.000 personas.
En suelo rústico, Mir asegura que según la estimación del Govern es que protegerá 51.760 hectáreas de Mallorca y 20.177 en Menorca en APR, si bien ha precisado que en el caso de Menorca ya estaba prohibido construir nuevas viviendas unifamiliares aisladas en buena parte del territorio, y en el caso de Mallorca ya estaba prohibido en las zonas declaradas ANEI o ANP y en las ARIP boscosas.