CARABELA PORTUGUESA

Cerradas al baño dos playas de Palma tras encontrarse carabelas portuguesas

Además del cierre de Can Pastilla y la zona del Molinar, situada junto a la rosa de los vientos, se recomienda evitar el baño en zonas no vigiladas.

ondacero.es

Baleares | 24.05.2018 09:26

La carabela portuguesa en aguas de Baleares
La carabela portuguesa en aguas de Baleares | ONDA CERO

La playa de Can Pastilla y una zona de baño del barrio palmesano del Molinar han sido cerradas por orden del Ayuntamiento de Palma tras comprobarse la presencia de carabelas portuguesas, un animal parecido a las medusas altamente urticante y venenoso.

Según ha informado el consistorio de la capital balear en un comunicado, se ha activado el protocolo de prevención por el riesgo que generan estas criaturas marinas cuyo nombre científico es Physalia physalis.

Después de que el martes fuera encontrado un ejemplar muerto, ayer se confirmó la presencia de otros ejemplares de carabela portuguesa, por lo que, además del cierre de Can Pastilla y la zona del Molinar situada junto a la rosa de los vientos, se recomienda evitar el baño en zonas no vigiladas.

Los socorristas de las playas de Palma están preparados para la identificación y actuación en caso de nuevos avistamientos y señalizarán las zonas donde ocurra para avisar a los bañistas.

El Ayuntamiento "quiere lanzar un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía" y pide a quienes puedan "ver algún indicio de la carabela portuguesa" que avisen a los servicios de emergencia.

El peligro de la carabela reside en los numerosos filamentos saturados de potentes células urticantes que penden de la vejiga, capaces de segregar un veneno que no solo produce un dolor intenso sino que genera consecuencias neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas.

Con este veneno, paraliza y captura sus presas pero también afecta a los seres humanos, a los que incluso puede llegar a provocar la muerte.

De ahí que los expertos en emergencias adviertan de que no se debe tocar directamente al animal hasta pasadas al menos 48 horas tras su fallecimiento.

En caso de contacto por accidente, recomiendan abandonar el agua de inmediato, lavarse la herida con agua de mar -nunca dulce- o vinagre y sin frotar la herida, retirando con sumo cuidado todo el material azul que pueda dejar sobre la piel y la ropa de baño.