El Ayuntamiento de Palma cambiará durante esta semana el nombre de 12 calles con simbología franquista, que serán remplazados por otros como el de la filóloga Aina Moll, la sindicalista Francesca Vidal y la política Frederica Montseny.
Con esta medida, el Consistorio tiene el objetivo de avanzar en democracia e igualdad, así como cumplir con la Ley de Memoria Democrática de 2018 y la "obligación moral" de eliminar estos símbolos de los espacios urbanos de Palma.
Para agilizar las gestiones de los negocios que se encuentran en estas calles, que con el cambio de nombre de las vías deberán modificar algunos documentos, el Ayuntamiento dará ayudas de hasta 40.000 euros para que puedan realizar los trámites con normalidad.
De entre las calles a las que se les cambiará el nombre, destaca la Avenida Joan March, que pasará a llamarse Avenida del Gran i General Consell, haciendo referencia así a la máxima institución del Reino de Mallorca.
Según ha indicado este lunes el regidor de Educación y Política Lingüística, Llorenç Carrió, los criterios que se han seguido para elegir los nombres han sido la coherencia toponímica, recuperar la historia de Palma y reivindicar el papel de la mujer.
En una rueda de prensa, el regidor también ha explicado que las nuevas calles han sido designadas con la intención de recobrar la toponimia tradicional e intentando dar homogeneidad a los nombres de los barrios del municipio.
Así, se cambiará el nombre de tres calles del barrio de Son Armadams, pues la Plaza Almirall Churruca pasará a llamarse Plaza de Mateu Pruners; la calle Almirall Gravina será la de Angelí i Dulcet, y la del Almirall Cervera llevará el nombre de Pere Rossell.
En el caso de Son Armadams, las tres calles llevarán el nombre de tres cartógrafos que vivieron entre el siglo 14 y el siglo 16, mientras que otros barrios rendirán memoria a pintores, promotores culturales, sindicalistas, escritoras y filólogas, entre otros.
Por otra parte, en el barrio de Camp Redó se cambiará el nombre de dos calles, en concreto, el Passatge Castillo Olite, que pasará a llamarse calle de Francesca Vidal, y la calle de Josep d'Oleza, que ahora será la calle de Marc Ferragut.
También se pondrán nombres nuevos a dos calles del Coll d'en Rabassa, ambas con nombres de pintores, pues la calle de Alfambra será ahora conocida como la calle de Joan Daurer y la calle de Brunete pasará a llamarse calle de Joan Desí.
Asimismo, la calle de Toledo de La Vileta llevará ahora el nombre de Rafel Valls; la plaza del Bisbe Planas de Sant Jordi pasará a llamarse Plaza del Poble; la calle Gabriel Rabassa de s'Indioteria será la de Federica Montseny, y la del Canonge Antoni Sancho de Son Cladera recordará a Aina Moll.
Cort notificará estos cambios a las empresas de servicio
El regidor de Participación Ciudadana y Gobierno Interior, Alberto Jarabo, ha explicado que el Ayuntamiento notificará estos cambios a los propietarios de las viviendas ubicadas en estas calles, que se harán efectivos en cuanto se cambien las placas con los nombres.
El Consistorio también avisará de esta modificación a las empresas de servicio, como electricidad, teléfono y agua, a las administraciones públicas, a los taxistas, a los catastros, a los servicios de emergencia y a la Seguridad Social, entre otros.
"Jamás pactaríamos con fascistas, por eso seguimos cambiando los nombres de las calles, abriendo fosas e identificando los cuerpos para poder devolverlos a sus familias", ha manifestado el alcalde de Palma, José Hila.
Por su parte, Carrió ha lamentado que la Guerra Civil y la dictadura franquista fueron una "página negra" de la historia de este país y ha remarcado que estos cambios "no harán olvidar esa época", pero tampoco "la exaltarán más".
Además, el secretario autonómico de Sectores Productivos y Memoria Democrática, Jesús Jurado, ha asegurado que borrar "la herencia franquista" de las calles de Palma "no es solo una obligación legal, sino también moral".
La ley contempla la retirada de símbolos franquistas
En cuanto al procedimiento de estas modificaciones, el Ayuntamiento ha precisado que el nomenclátor de Palma menciona que las administraciones públicas, cuando son competentes, han de retirar símbolos, leyendas y menciones franquistas.
La Comisión de Toponimia analizó esta cuestión y consideró que se debían modificar diez nombres de calles de Palma, todas ellas incluidas en el censo de símbolos, leyendas y menciones franquistas, por lo que se acordó su cambio, a través del alcalde.
No obstante, se decidió mantener los nombres de las calles del Obispo Miralles, de Francesc Suau, de Gabriel Cortés y Gabriel Fuster Mayans 'Gafim', porque no responden a "la finalidad de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, la Guerra Civil y la represión de la dictadura", como indica la Ley.
Según ha indicado el Consistorio, estas cuatro calles reconocen los méritos y la trayectoria de las personas a las que se dedicaron, por lo que se acordó trasladar más información a la Comisión Técnica del Gobierno para que resuelva si se mantienen o se cambian.