Entrevistas

El ayuntamiento de Palma admite que sus empleados no cuentan con formación específica contra ciberataques

Cort ha pagado más de 300.000 euros a unos presuntos estafadores a través del fraude conocido como "phishing" o la "estafa del CEO". El regidor de Función Pública de Palma, Adrián García, admite en Onda Cero que hay que reforzar la ciberseguridad y una experta en la materia advierte de las medidas a tomar para prevenir este tipo de estafas.

Redacción

Mallorca | 08.06.2022 14:26

El ayuntamiento de Palma reconoce que sus funcionarios no cuenta con formación específica en materia de ciberseguridad. Así lo ha explicado hoy el regidor de Función Pública Adrián García en una entrevista concedida al programa 'Más de Uno Mallorca' de Onda Cero.

Los trabajadores de la corporación municipal cuentan con la formación y experiencia de cualquier funcionario público, según ha explicado García, aunque se ha reformado durante esta legislatura el personal en tesorería y Hacienda. "Le puede pasar a cualquiera," afirma García, por lo que pide máxima precaución para evitar casos como el 'phishing' del que han sido víctimas mediante el conocido como 'timo del CEO' que le ha costado a las arcas públicas más de 300.000 euros.

El concejal de Hacienda, Innovación y Función Pública, Adrián García, ha confía en recuperar "parte del dinero" estafado, tras los avances en la investigación de la que se encarga la Policía Nacional.

Expertos en materia de ciberseguridad consultados por Onda Cero han confirmado que este tipo de estafas se pueden prevenir con formación específica de los trabajadores y una pauta específica a seguir hay que realizar un pago a una cuenta bancaria desconocida. Algunas de las medidas en ciberseguridad las especifica Natalia Maroto, CEO de ITCM Solutions, en una entrevista también concedida al programa 'Más de Uno Mallorca' de Onda Cero.

Recordemos que el ayuntamiento de Palma recibió un correo electrónico de la empresa adjudicataria del servicio de limpieza municipal que solicitaba modificar el número de cuenta bancaria en el que se abonan las facturas, aunque el dinero acabó en manos de los supuestos ciberdelincuentes. El departamento de Tesorería creyó que el mensaje era de fiar y ordenó hacer dos transferencias por valor de 303.000 euros.