Instituto Pitiuso de Oftalmología

Vuelta al cole ¿Ya has revisado la vista de tus hijos?

Entre el 15 y el 30% del fracaso escolar puede deberse a problemas de visión. El final del verano y el inicio de las clases escolares son el momento idóneo para una revisión ocular, según los oftalmólogos del Grupo Policlínica.

Onda Cero Ibiza y Formentera

Ibiza | 10.09.2021 16:11

Vuelta al cole ¿Ya has revisado la vista de tus hijos?
Vuelta al cole ¿Ya has revisado la vista de tus hijos? | Onda Cero Ibiza y Formentera

“Entre el 15% y el 30% del fracaso escolar puede deberse a problemas de visión”, explica la doctora Souki, especialista en Oftalmología pediátrica del Instituto Pitiuso de Oftalmología. “Alrededor del 80% de lo que el niño percibe, entiende y recuerda depende del buen funcionamiento del sistema visual. La visión es fundamental en el aprendizaje de los niños, seguir el ritmo de las clases supone una demanda visual constante”, continúa la especialista; “esto implica que cuando el niño no ve adecuadamente, su proceso de aprendizaje, la participación en el aula o la relación con los demás, se resisten. Por esta razón, muchas veces las malas notas o el desinterés por las asignaturas no son consecuencia de la apatía de los estudiantes, sino de algún defecto visual”.

Por otra parte, el verano puede haber resentido la vista de los pequeños: el exceso de sol y el contacto con productos como el cloro de las piscinas en concentraciones elevadas, pueden dañarlos. “Los ojos”, indica la doctora, “deben protegerse del sol y especialmente los de los niños. El cristalino del ojo de los niños de menos de 10 años deja pasar más del 75% de la radiación ultravioleta. Por tanto, el ojo infantil tiene mayor riesgo de daño UV”.

Por eso, desde el instituto Pitiuso de Oftalmología, consideran que el final del verano y antes del año escolar, es una buena época para revisar la vista y así, iniciar el curso con una vista sana.

Es conveniente realizar una primera revisión ocular a partir de los 3 años de edad si el desarrollo visual es aparentemente normal. Es una edad en la que ya podrá colaborar en una exploración oftalmológica sencilla, así como para poder evitar de forma precoz futuros casos de ambliopía u ojo vago o defectos refractivos. No obstante, son motivos para acudir antes del año de edad, por ejemplo, si hay parto prematuro, que el niño tenga antecedentes familiares con problemas graves de visión o que presente anomalías relacionadas con trastornos graves de la visión en la infancia, como glaucoma, cataratas… También en caso de desviación de un ojo después de los 4-6 meses de edad o si el bebé presenta lagrimeo frecuente. Los especialistas pueden diagnosticar patologías oculares incluso a bebés con menos de un año de edad.

Este año, el curso escolar se plantea presencial, pero los oftalmólogos del instituto Pitiuso de Oftalmología recuerdan que un exceso de uso de aparatos electrónicos derivado de la pandemia, como ordenadores o tabletas, también pueden afectar a la vista. La doctora Souki indica: “La exposición prolongada a las pantallas pueden provocar visión borrosa, ojos doloridos y cansados y sequedad ocular. Casi todas las pantallas digitales (de ordenador, tablet y smartphone) usan ahora diodos emisores de luz azul (LED) que emiten imágenes más brillantes y coloridas. El efecto de la luz azul sobre el sistema visual es la fatiga visual. También se ha demostrado que el parpadeo disminuye con el uso de pantallas conduciendo a muchos de los problemas de sequedad ocular asociados con la lectura electrónica. Los niños pueden experimentar los síntomas derivados del uso de pantallas incluso más que los adultos”.

El uso recomendable de aparatos electrónicos es un máximo de media hora al día para los niños menores de tres años y hasta dos horas, como muchísimo, para los mayores. Eso incluye todo el tiempo frente a una pantalla, ya sea de televisión, ordenador, consola, tablet o teléfono móvil.

La miopía es un problema ocular común en los niños de edad escolar y además su frecuencia está aumentando. Sabemos que la combinación de factores genéticos y medioambientales está detrás de este aumento; existen factores sociales como la urbanización, industrialización, polución, cambios en la dieta, educación masiva que están relacionados.

Por último, la doctora nos recuerda algunos síntomas que deben alarmar a los padres y que son motivo de visita al oftalmólogo: “exceso de parpadeo, si tuercen los ojos, tienen dificultades para leer o si se quejan de que no ven bien”. Lo cierto es que, salvo que sean muy evidentes, no siempre es fácil darnos cuenta de que un niño o una niña sufre algún tipo de anomalía en sus facultades visuales. Esto se debe a que el pequeño no suele ser consciente de que ve mal, por lo que no va a verbalizar el problema. La detección precoz de un problema de visión en el niño es clave ya que solo puede ser tratada durante los primeros años de vida para evitar la pérdida de visión irrecuperable.