La llegada constante de migrantes a las costas de Formentera, con más de doscientos en las últimos cinco días, ha disparado las alarmas en la Guardia Civil. Tanto que Tomás Quesada, secretario provincial del sindicato mayoritario del cuerpo, JUCIL, ha denunciado en una entrevista en Más de Uno Ibiza y Formentera que la situación es crítica y que “aunque la ruta de migración hacia las Pitiusas está consolidada desde el Gobierno central no se toman las medidas pertinentes”.
En este sentido, Quesada ha explicado que los agentes en Formentera están desbordados y trabajan al límite. “Nos estamos multiplicando, haciendo lo imposible y con sobreesfuerzos que tarde o temprano pasarán factura en una unidad que es una de las más solitarias y con menos recursos, pese a ser la más afectada por la llegada de pateras”.
En este mismo ámbito de cosas, el representante de JUCIL también ha recordado que los migrantes llegan sin documentación y que el proceso de identificación es complejo “porque es un acto de buena fe ya que te dan sus datos verbalmente y muchas veces ni siquiera se puede contar con voluntarios de Cruz Roja en la isla”.
Y por todo ello, ha apelado a la responsabilidad del Gobierno central porque según sus palabras “llevamos años pidiendo actuaciones en origen para que estas personas no tengan que jugarse la vida ni alimentar a las mafias y para que se entienda que esta situación no solo es insostenible para nosotros, también lo es para ellos”.
Al mismo tiempo, Quesada ha confirmado que la falta de refuerzos es crónica “lo que provoca que las plantillas no estén preparadas ni para el turismo masivo del verano ni para una presión migratoria actual que no se quiere ver desde el Estado” y por ello ha vuelto a pedir una vez más un aumento urgente de efectivos y políticas eficaces tanto en el destino como en origen y medidas para que el destino Baleares sea atractivo y los puestos se cubran “porque de las 21 vacantes en Formentera, ninguna ha sido elegida en el último concurso de traslados”.