El presidente de Nature & People Foundation, Juan Costa, ha detallado en el programa Más de Uno Ibiza y Formentera de Onda Cero el proyecto ‘Living Formentera. The Coolest islands invest in biodiversity’ que se desarrollará en la isla de Formentera en colaboración con la naviera Baleària y el respaldo institucional del Govern balear.
La iniciativa, anunciada recientemente en la isla por la presidenta del Govern, Marga Prohens, tiene como objetivo principal reducir la temperatura ambiental en Formentera en torno a 1 °C, y hasta 3 °C en zonas urbanas, mediante la recuperación de biodiversidad autóctona y cultivos tradicionales.
"Recuperar la biodiversidad perdida puede ayudarnos a mitigar el cambio climático, mejorar la calidad del aire, combatir el estrés hídrico y reducir la polución", ha explicado Costa, quien ha recordado además que en Formentera "la vegetación primaria apenas alcanza el 40 % del total original".

La propuesta contempla la plantación de hasta 300.000 árboles — entre algarrobos, higueras, olivos y almendros — así como la rehabilitación de cultivos abandonados y el impulso de la naturalización de áreas degradadas ya que actualmente, zonas urbanas como Sant Francesc o La Savina presentan una cobertura vegetal del 7 %, "muy por debajo del 30 % recomendado por los estándares internacionales".
- Impacto ambiental y económico
Además del impacto ambiental, Costa ha destacado el potencial económico del proyecto ya que "por cada euro invertido en biodiversidad, podemos generar al menos 50 euros de valor económico para la isla en un periodo de 15 años".
En este sentido, el proyecto se financiará a través de un modelo mixto que implicará tanto a administraciones públicas como al sector privado y a personas comprometidas con la sostenibilidad de la isla y de ellas, una de las vías previstas es la canalización de inversión privada a través de créditos de biodiversidad, como forma de implicación directa de empresas, particulares y visitantes.
Por último, Costa ha asegurado que ‘Living Formentera. The Coolest islands invest in biodiversity’ se presenta como un modelo exportable a otros territorios ya que puede acabar posicionando a la isla "como referente en sostenibilidad" y "como laboratorio vivo por su valor natural, paisajístico y cultural".