Sanidad

Diagnósticos sin escalas: La medicina nuclear pisa tierra firme en las Pitiusas

Con la llegada del PET-TC al Grupo Policlínica, los pacientes ya no tienen que desplazarse a Mallorca para una prueba de apenas dos horas lo que la hace especialmente útil en el diagnóstico y seguimiento de diversas enfermedades, especialmente el cáncer.

Redacción

Illes Balears |

Diagnósticos sin escalas: La medicina nuclear pisa tierra firme en las Pitiusas
Diagnósticos sin escalas: La medicina nuclear pisa tierra firme en las Pitiusas | Redacción

La mañana del 22 de agosto de 2023 comenzó, para muchos, como una más en la isla de Ibiza pero en una sala del centro Vila Parc, perteneciente al Grupo Policlínica, un equipo médico encendía por primera vez el PET-TC, una técnica que permite obtener imágenes detalladas tanto de la estructura como de la función de los órganos y tejidos del cuerpo, lo que la hace especialmente útil en el diagnóstico y seguimiento de diversas enfermedades, especialmente el cáncer.

Un hito que, según ha destacado el subdirector asistencial del Grupo Policlínica, Tomás Isidoro, significó "el principio del fin de los viajes innecesarios para enfermos oncológicos de Ibiza y Formentera porque hasta entonces decenas de pacientes con cáncer tenían que sumar al miedo del diagnóstico y el desgaste de la quimioterapia, el peaje insostenible de desplazarse en avión o barco a Mallorca para realizar una prueba de escasas horas de duración".

  • La ciencia al servicio del sentido común

Desde un mes antes, y en paralelo a su implantación técnica, se gestaba el acuerdo con la consejería de Sanidad de Baleares y en un contexto donde las listas de espera siguen desbordando la sanidad pública, la alianza supuso una vía de escape para los pacientes.

No en vano, hoy casi dos años después, el 80% de los usuarios que pasan por el PET-TC lo hacen derivados del sistema público, se han realizado casi 500 pruebas durante 2024 y casi 300 en lo que va de 2025 y según Isidoro "se ha conseguido que esta prueba se convierta en una rutina como era su objetivo desde el principio".

El subdirector asistencial del Grupo Policlínica, Tomás Isidoro
El subdirector asistencial del Grupo Policlínica, Tomás Isidoro | Redacción

Pero llegar hasta aquí no ha sido fácil ya que una prueba de Medicina Nuclear no la puede solicitar cualquier médico sin más. "Recibimos las derivaciones desde Oncología, Neumología, Hematología... y debe estar justificada su necesidad, después nuestra especialista en Medicina Nuclear valida el caso y se programa la cita y tras la la prueba, el informe y las imágenes se integran directamente en la historia clínica del paciente para que su médico responsable puede consultar desde el sistema público".

Un engranaje que según afirma Isidoro funciona ahora con fluidez. El Hospital de Son Espases es quien valida las peticiones provenientes del Hospital Can Misses y una vez aceptadas, el equipo de Atención al Paciente del centro Vila Parc gestiona la cita y además, la conexión directa con el Sistema de Información Hospitalaria permite que todos los datos estén disponibles como si el paciente se hubiese hecho la prueba en un hospital público. "No se trata solo de obtener un diagnóstico precoz o evaluar una respuesta al tratamiento sino de hacerlo sin arrancar al paciente de su entorno, sin obligarlo a subirse a un avión cuando lo único que necesita es tranquilidad", concluyó el subdirector asistencial de la clínica.

  • Y ahora, llega el SPECT

Ahora, el Grupo Policlínica se prepara para dar el siguiente paso con la implantación del SPECT- CT.

Se trata de una tecnología que permitirá ampliar aún más el abanico de diagnósticos, sobre todo en el ámbito neurológico y cardíaco, porque permitirá "valorar el flujo sanguíneo del corazón, localizar tumores, observar el comportamiento de neurotransmisores en el cerebro siendo la culminación de un proyecto que empezó hace dos años y que sigue creciendo", confirmó Isidoro.

Y es que en un país donde las listas de espera parecen haberse convertido en un mal endémico, lo que ocurre en Ibiza ofrece una lección práctica. La colaboración entre sanidad pública y privada no es un eslogan. Es una herramienta que, cuando se gestiona con visión, puede devolver el tiempo y la paz a quienes más lo necesitan. Hoy, los habitantes de las Pitiusas pueden diagnosticar un cáncer sin moverse de casa. Hoy, la medicina nuclear ya no viaja en barco.