Al igual que otras veces la moneda enseñó la cara en finales apretados, Melilla le mostró la cruz al Unicaja Banco Oviedo. El conjunto ovetense encajó su cuarta derrota del curso, aunque sigue instalado en la zona noble de la clasificación.
Fue igualado el primer cuarto, que los locales se llevaron por un punto, pero en el segundo salió la mejor versión de los de Natxo Lezkano para imponerse por 13-23 y marcharse al vestuario con nueve puntos de ventaja y lo que parecía encarrilar la victoria.
El tercer cuarto se le atragantó al equipo. La intensidad defensiva ya no era igual y el aro se les hizo pequeño para permitir la reacción melillense que se llevó el parcial 25-18 y ajustaba todo para el último cuarto.
A falta de 1.30 para el final, los locales ya paladeaban el triunfo con seis puntos de ventaja (77-71), pero de nuevo apareció la casta de los ovetenses para igualar el encuentro a falta de 30 segundos para el final.
La última acción estuvo cargada de polémica. Kamba atrapó un rebote, tras el intento de triple de Xavier para llevarse el partido, y anotó para igualar el choque, además los ovetenses reclamaban falta que le podía dar un tiro para ganar, pero los colegiados anularon la acción y señalaron una falta previa sobre Oliver Artega que estaba obligado a anotar los dos tiros para enviar el partido a la prórroga. El tantas veces salvador, no acertó con el segundo intento y la opción de la décima victoria se esfumó.