El Real Oviedo Rugby sigue sin ver resueltos sus problemas con el terreno de juego del campo de El Naranco. Su presidente, Arturo Méndez, pide una solución definitiva para una instalación que es propiedad del Principado, pero cuya gestión depende del Ayuntamiento de Oviedo.
La promesa de contar con un terreno de juego de césped sintético sigue sin hacerse realidad y los equipos se ven obligados a entrenar en un barrizal, lo que afecta a las escuelas y a la captación de nuevos jugadores.