Después de la alegría por el triunfo en el derbi, el Oviedo vuelve a despertar los fantasmas de sufrir para salvarse. Un gol de Yoel Bárcenas decidió a favor del Girona y deja a los azules otra vez en una situación complicada y con José Ángel Ziganda expulsado tras el pitido final y que no podrá dirigir a los suyos frente al Almería.
Arrancó el Oviedo con un único cambio con respecto al pasado
fin de semana en Gijón. Obeng entró en el once por Borja Sánchez y el resto
fueron los mismos. Eso sí cambió el dibujo y al equipo le volvió a faltar
claridad en ataque y todo se complicó un poco más con la lesión de Blanco Leschuk,
si bien la entrada de Borja Sánchez dio oxígeno al juego ofensivo.
El Girona tampoco creaba mucho peligro pese a dar la
sensación de tener controlado el encuentro y los azules se quejaron amargamente
de una caída de Tejera en el área que ni el árbitro ni el VAR consideraron
sancionable, pese a la sensación contraria del resto de espectadores.
Tras el descanso, pareció salir más decidido el Oviedo, pero
el que golpeó fue el Girona. Yoel Bárcenas avisó con un buen disparo desde la
frontal y acertó en la siguiente. Se hizo con un balón en el área, se buscó el
hueco y con la derecha batió a Femenías. El ex jugador azul no le quiso
festejar, pero el gol creaba una fisura en los azules.
La reacción del Oviedo fue dar entrada a Rodri Ríos y Borja
Valle, para jugar con ujna defensa de res centrales y buscar más punch en el
área contraria. Tivo alguna opción Rodri, incluso reclamando otro posible penalti,
pero el marcador no se movió y al término del encuentro, Ziganda vio la roja
por dirigirse al colegiado, con lo que no podrá estar en el banquillo frente al
Almería.