Para Teresa Perales el Premio Princesa de Asturias 2021 es una de las mayores sorpresas de su vida. Le hacía una ilusión enorme y lo veía como un sueño cada vez que era nominada. Este año, reconoce, no sabía que lo estaba. Los Premios Princesa son especiales para ella, además de por lo que significan, porque en su casa siempre siguen la ceremonia de entrega en televisión y porque Oviedo le trae muy buenos recuerdos. El vínculo ovetense de la deportista española con más medallas olímpicas (paralímpicas en su caso) de la historia, 27 tras volver de Tokio, nace de sus vistas para impartir conferencias y para entrenar. En la tradicional rueda de prensa que ofrecen los premiados rememoró cuando, con el equipo paralímpico español de natación, aprendieron a escanciar sidra y "lo difícil que era acertar en el vaso".
¿A París? "Sí, por supuesto"
En la rueda de prensa le preguntaron si piensa en acudir a los Juegos Paralímpicos de París en 2024 y su respuesta fue rotunda: Sí. De hecho, ya pensaba en ellos antes de que terminase los de Japón. "Mientras el cuerpo aguante, la cabeza está preparada" afirmó la nadadora zaragozana que lleva acudiendo a las citas paralímpicas desde Sidney 2000. Precisamente, haciendo un repaso por la evolución de los Paralímpicos se siente afortunada por llevar participando desde que se inició la actual etapa olímpica de los juegos, en la ciudad australiana, y celebraba hitos como que desde Tokio 2020 los comités trabajen de forma unificada en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos y contó cómo les hacía especial ilusión encontrar siempre los logotipos de ambos juntos por todos los lugares de la capital nipona.
"Que sueñen a lo grande"
Su última intervención fue para los más jóvenes. Los niños y adolescentes que quieren ser grandes deportistas. Perales les anima: "que se lancen". Para la también coach y referencia en superación personal la éxito está en intentarlo y en dedicarle horas porque nos es una "cuestión genética". El consejo de la premio Princesa de los Deportes está en seguir cuando creamos que ya no podemos más, que siempre "se puede un poquito más". Y, concluía animando a todos, especialmente a los más pequeños, a intentar siempre la excelencia, recordando que para ello hay practicar, sea en la disciplina que sea: "que sueñen a lo grande y que trabajen duro para conseguirlo".
