El curso de escanciado de sidra de Nava vivió ayer su jornada final. Durante las últimas tres semanas, un total de 18 alumnos, de todas las edades, se formaron en el arte de servir la bebida estrella del Principado de Asturias. La actividad concluyó con una entrega de diplomas a los participantes, por parte del regidor local, Juan Cañal, y una visita guiada por el Museo de la Sidra de Asturias.
La encargada de enseñar a los participantes todos los entresijos del arte del escanciado fue Susana Ovín, quien cuenta con una dilatada experiencia en la sidrería naveta de La Barraca. El curso consistió en lecciones de dos horas, de lunes a viernes, y su contenido no solo se focalizó en la parte práctica: “Intentamos involucrar a los alumnos en todo el proceso productivo de la sidra; hablamos de corchos, temperatura del producto, a la hora de servirlo, o el significado del termino ‘sidrería de calidad; prácticamente todos salen escanciando sidra de aquí” .
Por su parte, el regidor, Juan Cañal, hizo hincapié en la necesidad de proteger la figura del escanciador ya que “hay muy pocos y son transmisores de la cultura asturiana”. “El curso de escanciado es una experiencia muy nutritiva y todo el mundo debería pasar por aquí”, concluyó