El hombre, de 44 años, carecía de licencia de armas y había huido de Gijón para evitar ser detenido. Se escondía en una aldea asturiana, pero al darse cuenta de que le habían descubierto se entregó en Comisaría. Ha quedado en libertad con cargos.
La policía acudió al lugar ante la llamada de varios vecinos, alertados por el ruido de los disparos. Los investigadores accedieron al interior del piso desde el que se habían efectuado, pudieron así comprobar que estaba vacío y que en sus superficies no había rastros de sangre o evidencias de haberse cometido una acción violenta contra las personas. En la inspección de la casa se intervinieron dos escopetas de aire comprimido, munición de 9mm y varios casquillos tirados en el suelo, pero no se logró localizar el arma con el que se habían efectuado los disparos, que el autor había escondido en un trastero.
El suceso tuvo lugar el pasado viernes en el barrio del Llano y la investigación sigue abierta para determinar el origen del arma empleada.