El Principado soltará este año en 210 puntos de 49 concejos 45.000 Torymus Sinensis, un insecto que facilita el control biológico del patógeno de la avispilla del castaño.
Esta actuación se extenderá a 47 nuevas zonas y 25 concejos más respecto a la campaña llevada a cabo el pasado año.
El director general de Infraestructuras Rurales y Montes, Fernando Prendes, ha presentado este lunes las actuaciones previstas para este año en Allande, uno de los concejos más extensos y de gran potencial forestal en el que los castaños ocupan un espacio preponderante. Prendes ha explicado que, además de reforzar y ampliar las actuaciones en las alas de la comunidad y en zonas con altas densidades de castaño no cubiertas en programas anteriores, en esta campaña se impulsará la participación de los habitantes de las áreas rurales. Para ello, se han distribuido impresos en las oficinas comarcales con el fin de que los vecinos informen de las zonas de castaños donde consideran necesario realizar una suelta, con el objetivo de canalizar sus demandas.
El 20% de los Torymus sinensis que se sueltan este año proceden del Centro de Alerta y Control de Plagas y Especies Invasoras de La Mata (Grado). Hace dos años se puso en marcha un plan de producción en cautividad de este parasitoide con el propósito de que la producción autóctona se incremente progresivamente hasta dar respuesta a las necesidades de suelta en la comunidad. En este centro también se están desarrollando estudios para determinar el establecimiento de las poblaciones del parasitoide de las primeras sueltas y, a falta de culminar el estudio, se puede adelantar que la implantación está siendo exitosa. La avispilla afecta al crecimiento maderero del castaño, provoca la pérdida de un alto porcentaje de frutos y tiene repercusiones en la producción apícola. Su control por otros métodos, como los insecticidas o técnicas análogas, ha resultado inviable y en países como Italia, que sufren esta plaga desde hace veinte años, los datos también avalan el éxito de la suelta de Torymus Sinensis.
Esta especie se detectó por primera vez en Las Regueras y en apenas cuatro años colonizó toda Asturias. Su avance se vio favorecido por varios factores, como su gran eficiencia reproductora y la continuidad de las masas de castaño en la comunidad.