Tres puntos de vacunación en el HUCA
El aparcamiento subterráneo número 3 del Hospital Universitario Central de Asturias se ha convertido en el lugar de vacunación para el área sanitaria que encabeza Oviedo. Los automóviles se desplazan hasta tres carpas ubicadas en el garaje donde se les puede poner la vacuna en el interior del vehículo o fuera de él. Hay zonas de asiento para descansar una vez que se ha inoculado la vacuna para hacer un seguimiento minutos después de la inyección. Dado que el aparcamiento es un sótano y con grandes aberturas al exterior, se han colocado radiadores en la entrada de cada una de las carpas para impedir que el ambiente sea demasiado frío. En la citación, se pide a los que serán vacunados que lleven ropa que sea fácil de mover para dejar al aire la zona de inyección.
La vacuna que se está administrando es la de Pfizer. Los ciudadanos que están pasando son los mayores de 80 años. El gerente del Área Sanitaria IV Luis Hevia señala que pueden vacunar hasta un millar de personas.
Hevia afirma que este dispositivo es clave en la estrategia de vacunación para un área sanitaria, la IV, donde residen más de 330.000 personas. La experiencia de la vacunación desde el automóvil desde hace dos semanas en el Hospital Monte Naranco y las ‘pcr’ en el coche en al ‘autocovid’ del Central (hasta 4.000 en un día) han servido para desarrollar este sistema de vacunación.
Ahora toca vacunar con las segundas dosis de los colectivos iniciales y las primeras dosis de los mayores de 80, ha explicado Hevia. La atención será mañana, tarde y fines de semana. Los primeros son los que viven en Oviedo centro. Cuando haya más vacunas podrían habilitarse otros lugares de la ciudad.
Este dispositivo en el HUCA podría duplicarse, pero todo depende del abastecimiento de viales, indica el gerente del Área Sanitaria. Estaría en servicio hasta el verano. La vacunación ya tiene efectos porque, afirma Hevia, “las cohortes de edad a las que se les administra ya no llegan a hospitalización”.
En las UCI covid hay 59 pacientes en el Central y en planta no llegan a 100 enfermos por el nuevo coronavirus entre el HUCA y el Monte Naranco. Ayer salieron nueve personas de cuidados intensivos. La presión está bajando, afirma la directora de los dos hospitales ovetenses.
Ganas de vacunarse
Los ancianos que han ido pasando por este punto de vacunación están satisfechos con haber recibido la vacuna. Suelen llegar acompañados por familiares y algunos reciben la inyección dentro del vehículo. Otros salen y esperan unos minutos antes de salir de la zona. Ángeles, de 88 años, dice que es “como la vacuna de la gripe” y bromea con su marido, de 94, que ya había recibido la vacuna hace unos días. Querían haber estado a la par en la vacunación, sonríen.
Sanitarios jubilados
Los sanitarios que atienden estas carpas del HUCA es personal habitual del centro pero se han sumado profesionales jubilados que, afirman, “quieren ayudar al proceso de vacunación”.
El reto de la atención habitual
Luis Hevia afirma que ahora “el caballo de batalla está en la parte quirúrgica y operar, operar y operar” mañana y tarde para acortar los tiempo de espera.
