Se jubiló en marzo de 2025 después de ejercer como enfermera de Atención Primaria durante 37 años. La mayor parte de ellos en Somiedo. Su primer destino fue Pola de Allande.

Madre de dos hijos, se casó con un asturiano y decidió asentar su vida en el Principado. En Somiedo es toda una institución. Conocida como Luzma, sigue desayunando a diario con sus compañeros del centro de salud. Mantiene que trabajar en un pueblo sólo le ha dejado recuerdos positivos. Asegura que siempre ha sido una mujer inquieta que ha insistido en formarse en nuevas técnicas. En estar al día de las novedades.
Ha atendido a muchos de sus pacientes en el consultorio médico, pero también ha recorrido cientos de kilómetros para visitar a los mayores en sus casas. Mantiene que poder llamarlos por su nombre es una gran ventaja. Que no estar pendiente del reloj es una gran ventaja. Sus consultas se alargaban lo que era necesario.