Así de contundente se expresaba la portavoz de los alumnos Alba Ordiz, que dijo que lo que más les molesto fueron las “formas“ al no comunicar al Instituto la decisión ni desde la Universidad ni la propia Consejería. Califican de “injusta” la decisión al considerar que el punto en el que estaba es el equidistante para que los alumnos tuviesen un tiempo repartido, y no cargar ahora a unos con más trayecto que a otros, citando compañeros de Vegadeo, San Tirso de Abres y de los Oscos, que tendrán hasta casi las 2 h.
Dicen no entender el cambio cuando las instalaciones de Tapia, en un momento sanitario complejo como el año pasado cumplieron perfectamente. Sospechan que es “evidente” que hay algo extraño en la decisión ”siempre hay algo implícito” veladamente hacen referencia a una decisión política, “no hay ningún tipo de razón” para el cambio y por el contrario denotan “incongruencias evidentes”.
La alcaldesa de Tapia, Ana María Vigón, se pronuncio en la misma línea que los afectados “se genero un problema en donde no lo había” al decir que Tapia, cumplió con las expectativas sanitarias el año pasado en el peor momento de la pandemia, adaptando y realizando inversión en el polideportivo para la realización de las pruebas y este año “por sorpresa por los medios de comunicación nos enteramos que no es así”.
Matiza que no se trata de un localismo “es un punto intermedio para el alumnado de la comarca, el Occidente empieza en Valdés, pero no acaba en Valdés” apostillo.
Aguarda las explicaciones del rector, dejando palpable que no le consta que hubiera algún descontento, todo lo contrario al recibir la satisfacción del año pasado. Reconoce que existen gastos en la celebración de un evento de esas características en un polideportivo, pero es igual para todos.
La oposición local del PP achaca la decisión al ámbito político algo que dijo desconocer “lo desconozco. Si hemos sido sede durante tantos años e incluso el año pasado pese a la incertidumbre, este cambio no se tendría que haber producido, así lo vamos a manifestar a las partes implicadas en la decisión”.
Termino mostrando el apoyo a la comunidad educativa en todas las iniciativas que emprendan para revertir la decisión, reconociendo que este año ya es imposible, pero no la descarta para el futuro.
Mientras el portavoz popular Pedro Fernández, mostro el enfado por esa medida “es una decisión política y una puñalada trapera al Occidente y a los vecinos” pidió a los alcaldes aunque sean del mismo color político a defender a los ciudadanos “a no ser que le deban mucho al partido”.