El templo de San Cipriano, perteneciente a la parroquia de San Juan de Berbío, avanza hacia su desaparición definitiva. Las profundas heridas que sufre su estructura no parecen fáciles de curar. Hace unos días se produjo un nuevo derrumbamiento en una de sus esquinas, dejando sobre el suelo un importante número de piedras. El lugar ya ha sido señalizado por el Consistorio.
La última intervención, destinada a limpiar tanto el exterior como el interior, tuvo lugar en 2013, gracias a la parroquia de San Antonio. En aquella ocasión fue la consejería de Cultura la que requirió la intervención de la parroquia para adecentar el templo.
Sin embargo, parece claro que recuperar el templo requeriría de inversiones mucho más elevadas que, a día de hoy, son difícilmente asumibles por parte de la parroquia o incluso el mismo ayuntamiento.
Es una iglesia fundada en el siglo XVI y ampliada en el XVIII con planta de cruz latina y cabecera cuadrada. Era una ermita que estaba bajo el patronato de las monjas benedictinas de Santa María de Villamayor. La iglesia está situada en un punto estratégico donde confluían el Camino Real que venía de Castilla y el de Santiago. Posee una sacristía adosada al templo.
Durante la Guerra Civil Española fue usada como polvorín e incendiadas las imágenes que albergaba, permaneciendo abandonada desde entonces. Con el paso de los años se han extraído hornacinas y la espadaña.