Los baños adaptados para personas ostomizadas consisten en un retrete que está situado a 75 centímetros del suelo, encastrado en una encimera en la que poder posar productos de aseo y recambio de la ostomía y con doble grifería. Permiten el vaciado de la bolsa sin tener que agacharse o ponerse de rodillas, una operación que, además de resultar humillante para el colectivo, tampoco todas las personas con estoma pueden realizar en un baño convencional. Además, evitan las salpicaduras e incorporan una ducha de mano de pequeño calibre con pulsador de gatillo para su utilización con una sola mano, que facilita el enjuagado y la limpieza de la bolsa. El espejo, situado a la altura de la cintura para facilitar el cambio de la bolsa, es otra de las características de estos aseos. Por todo ello, aportan "dignidad" a los afectados, nos ha contado la presidenta de la Federación de Asociaciones de Personas Osmotizadas de España (FAPOE).
Yolanda Fernández asegura que la inauguración de los baños en Gijón es una gran noticia. Una mínima inversión, dice, aporta resultados brutales para todas las personas que conviven con una bolsa. Podrán acudir al arenal gijonés sin miedo. Por ello, añade, puede ser un reclamo turístico para los 200.000 ostomizados que, se calcula, hay en España. Pocas playas en nuestro país ofrecer el servicio estrenado en Gijón.
Cabe recordar que el año pasado FAPOE decidió no organizar en Gijón su primer congreso, pese a ser la sede elegida, por carecer de infraestructuras adaptadas para ellos.