Parte de la concepción de que “los Niños, Niñas y Adolescentes con los que trabaja la Fundación han sufrido en mayor o menor medida experiencias de abuso y de malos tratos”.
El objetivo central es crear un espacio de buen trato que permita construir “una relación segura desde la que poder acompañarle en el proceso de reparación del daño que ha sufrido”.
El mes que viene comenzarán las obras en su sede. En la que se invertirán 2 millones de euros. Ya ha inaugurado una vivienda piloto, de nueva construcción y ajustada a los estándares del nuevo modelo de atención. Un piso que albergará a 8 niños y adolescentes.