Adrián Lázaro Lobo, profesor ayudante doctor de la Universidad de Oviedo e investigador asociado al Instituto Mixto de Biodiversidad (IMIB) y al equipo científico del Jardín Botánico Atlántico de Gijón deja claro que para llegar a estas conclusiones han tenido en cuenta una serie de variables (combinaron modelos de idoneidad de hábitat basados en los nichos climáticos globales de las especies invasoras con modelos regionales que incluyen variables locales como la topografía, características del paisaje, actividad humana o propiedades del suelo) pero habría otros aplicables en función de los cuales el escenario podría ser mejor...o peor.
El objetivo final de su trabajo es advertir a las autoridades y darles información que les permita adoptar decisiones. Porque, sea cual sea el resultado, las plantas invasoras son unas "oportunistas" que saben muy bien cómo propagarse. Y no son inocuas. Las consecuencias para el hábitat que colonizan son importantes, dejando también un impacto económico y en nuestra salud. LOs investigadores han visto que siempre llegamos tarde a poner soluciones, y urgen a reforzar la prevención.
Adrián recuerda que en una investigación anterior ya determinaron que en la región estudiada tenemos 175 plantas invasoras, más de 100 en Asturias, de las cuales un 18 por ciento causa estragos importantes.