Pepo, uno de los afectados, nos explica que entraron en esas viviendas a través de la constructora que desarrolló el proyecto. Pero entró en quiebra y empezaron los problemas. Desde 2019 asisten a una situación complicada, aunque ha sido el pasado mes de enero cuando realmente se ven en la calle. La sareb, afirma, cesó las comunicaciones y sospechan que su intención es forzar su salida "inmediata" para poder "especular con las viviendas".
Pocos vecinos del bloque se salvan de esta situación. La mayoría están afectados y, aseguran, no se les ofrece ninguna salida. Esta mañana han pedido a la alcaldesa que les apoye, porque entienden que la lucha social es lo único que les puede salvar. Salen esperanzados, y el portavoz municipal, Jesús Martínez Salvador, confirma que les quieren ayudar, aunque dejan claro que no es un asunto en el que puedan hacer mucho. Se ofrecen a mediar entre vecinos y sareb.
Lo que deja claro Pepo es que darán la batalla. No se quieren ir ni entienden que haya razones para que lo hagan. Buscar otra vivienda, tal y como está el mercado, es inviable, dicen.