Unos 120.000 euros han llegado a Asturias en el sorteo de la Navidad 2025 en premios menores que se han repartido básicamente entre Gijón y Oviedo.El número ocho de la calle Jovellanos de la capital celebra, un 22 de diciembre más, el haberse colgado el cartel de “ha tocado aquí”. En este caso, un tercero 90.693 y un quinto 77.715. Un negocio familiar el de Rosa Acebal y sus hermanos que cada día, afirma, les hace más ilusión. Ella, en su caso, ha pasado la noche sin dormir y ya espera expectante, conocer a los agraciados de este año.
A Gijón han llegado 60.000 euros del 60.649, uno de los quintos premios. Son 10 décimos de una administración ubicada en la Acerona, la calle Palacio Valdés. Su titular Borja Muñiz desconfiaba del aviso de varios amigos en una administración habitual en el reparto de premios de sorteos especiales.
En Asturias, por otra parte, ha tocado celebrar uno de esos números de empresa que unos por compañerismo y otros, por eso de que no vaya a ser que toque, acabamos comprando siempre. Se trata de trabajadoras de Bimba y Lola, agraciadas con el segundo premio. En Onda Cero hemos hablado con Fátima García a quien la emoción, aún no le permite pensar en qué hará con el dinero. No en vano, nunca había conocido a nadie a quien le hubiese tocado la lotería. Hasta hoy. El número en cuestión se vendió íntegramente en Madrid, pero los 247 millones y medio de euros viajaron por todo el país hasta las más de 160 tiendas de la firma gallega.
Además de la alegría del dinero o el recurso a la salud, hay otro sentimiento de difícil expresión: el "casiGordo". Es lo que ha ocurrido con el bar La Caleyina, en la calle Fierro de Oviedo, en la zona del Fontán. Habían comprado número en una administración ubicada en la misma calle. Es un casiGordo porque tenían el 79.422, es decir, les “bailó” el penúltimo número, el primer premio es el 79.432. Hoy cierra al público pero encontrábamos al dueño de La Caleyina, Eduardo, cargando cajas de bebida. En un décimo, un solo número es la diferencia entre 400.000 euros o cero. "Hubiese sido bueno para el barrio", lamenta.

