Las llamas se iniciaron en la churrería de la cafetería del hotel. El fuego y el humo se extendieron rápidamente por todas las plantas hasta alcanzar la azotea.
Años después, el Consejo de Estado concluyó que fue un atentado terrorista. La viuda de una de las víctimas, Gracia Roca, recuerda la solidaridad de Zaragoza.
"Agradecer a todos pasando por desde sanitarios hasta ciudadanos de a calle que se echaron a ayudar sin prever que incluso podían morir", ha dicho.
Muchos de los huéspedes del hotel habían asistido a la entrega de despachos de la Academia General Militar, entre ellos, la viuda de Franco y los marqueses de Villaverde.