Este territorio a caballo entre Huesca y Lérida está vertebrado por la carretera N-230 que conduce de Lérida al valle de Aran, que salta de una comunidad a otra. Un ejemplo de ello es Montanuy, integrado por 17 núcleos que en ocasiones deben atravesar tramos catalanes para hacer cualquier gestión en el Ayuntamiento. Lo mismo pasa para acceder a servicios esenciales como comprar o acudir a la peluquería.
Están a 6 km de la localidad de Pont de Suert y a 60 km de Graus pero con la orden en la mano deben acudir a esta última. Al igual que Montanuy en la misma situación están Arén, Bonansa, Puente de Montañana y Sopeira cuyos alcaldes ha pedido a las dos comunidades y el Gobierno Central incluir sus desplazamientos como excepciones.
De momento no han tenido respuesta a su carta, de finales de diciembre, en la que solicitan que a la hora de fijar medidas se tenga en cuenta su singularidad. Los alcaldes se ofrecen a colaborar en la expedición de cualquier documento informativo o del tipo que se acuerde para acreditar la situación particular de los vecinos.