Brote gastroenteritis

Los vecinos de Novallas ya pueden beber agua del grifo

Los vecinos del municipio zaragozano de Novallas ya pueden beber agua del grifo después del brote de gastroenteritis que causó un protozoo en cuatro localidades de la comarca de Tarazona- Moncayo.

Redacción

Zaragoza | 09.11.2023 13:45

El agua que falta en el norte de Córdoba
El agua de Novallas es ya potable, aunque con condiciones | Pixabay

Los últimos análisis determinan que es apta para el consumo. Eso sí, se mantienen la recomendación para que no la utilizan personas inmunodeprimidas, niños menores de 6 años y personas mayores. De momento, el Gobierno aragonés continúa trabajando en la medida definitiva: la implementación de tecnología ultravioleta en las potabilizadoras de los cuatro municipios afectados.

Histótico del cinflicto

El brote de gastroenteritis generado por el consumo del agua contaminada se declaró el fin de semana del 9 y 10 de septiembre en Tarazona. Los resultados de los cultivos de laboratorio realizados con heces de personas enfermas permitieron confirmar el pasado 14 de septiembre que el agente causal del brote ha sido un protozoo del género Cryptosporidium.

El jueves 21 de septiembre Salud Publica extendió estas restricciones a otros tres pueblos (Novallas, Torrellas y Los Fayos) ya que se hallaron quistes de Cryptosporidium en el tramo del río Queiles donde captan el agua de la red de abastecimiento. El fin de semana del 20-22 de octubre se aplicó un tratamiento de choque con biocida oxidante para eliminar cualquier ooquiste que hubiera quedado adherido a las paredes de depósitos y tuberías de los abastecimientos. Ese tratamiento es un peróxido que es incompatible con el cloro, por lo que luego fue preciso recuperar la normalidad en la cloración. Era necesario obtener las analíticas de agua apta para consumo humano, después de que el tratamiento biocida hubiera removido materia orgánica adherida a los materiales en contacto con el agua.

El jueves 2 de noviembre se tuvo la confirmación de que el agua ya era apta para el consumo de Tarazona y Torrellas y al día siguiente en Los Fayos, siempre con la recomendación de mantener el agua de botella para las poblaciones vulnerables.