Los representantes de cinco ayuntamientos Tardienta, Grañén, Sariñena, Binéfar y Monzón, y de las tres comarcas afectadas, Los Monegros Cinca Medio y Litera no están dispuestos a perder más servicios. El consejero de Vertebración del Territorio de la DGA, José Luis Soro, que insiste en que el Gobierno aragonés no está dispuesto a seguir pagando los trenes de esta línea, tiene intención de que los alcaldes y presidentes comarcales le acompañen en la reunión de la próxima semana con el Ministerio para tratar de que el Estado asuma el servicio. Usuarios como Raúl Rivarés, desde Grañén, tienen pocas esperanzas en ese encuentro y le recuerdan al consejero que en el resto de España los trenes regionales dependen de las Comunidades Autónomas.
Considera que el consejero "ha implicado al resto de alcaldes y presidentes comarcales para no quedarse solo cuando Renfe le responda NO". Tampoco entiende que la política vertebradora de la consejería elimine servicios como el ferrocarril mientras apuesta por aerolíneas de bajo coste en el aeropuerto de Zaragoza.
A esta situación se añade que el coronavirus también pasó factura a las comunicaciones del medio rural. Grañén, localidad donde reside este usuario, perdió dos de los seis trenes de la línea Lérida-Zaragoza. Se suprimieron a raíz del estado de alarma y no se recuperaron. Rivarés también le recuerda a Soro que él mismo propuso en su momento eliminar los regionales a cambio de aumentar las líneas y frecuencias de los cercanías. Algo que tendría una repercusión directa en el aumento de viajeros en las poblaciones de la provincia donde tiene parada esta línea que suman más de 30.000 habitantes.