Con temperaturas que siguen rondando los 20 grados de día y con noches también muy suaves, se impone salir a la calle en mangas de camisa. No hay demanda de prendas de abrigo que, a estas alturas del otoño, ya deberían estar en los escaparates, explica la presidenta de la Asociación de Comerciantes de la Zona Centro, Begoña Abad.
Afirma que la temporada está siendo un desastre. Los clientes siguen aprovechando la ropa ligera y las ventas se desploman. Asegura que están perdiendo entre el 35% y 40% con respecto al otoño de 2019. La inversión en el género de temporada está paralizada porque así nadie entra a comprar un abrigo o unas botas.
Además, los comerciantes temen que esta situación podría afectar a las rebajas porque van a tener que ofrecer descuentos va a ser muy difícil ofrecer descuentos agresivos sobre unas prendas que van a exponer en sus escaparates como moda de temporada pocas semanas antes del inicio de las rebajas, por lo que la pérdida, asegura Begoña Abad, está asegurada.