El Gobierno aragonés está distribuyendo entre hospitales y residencias de mayores los 28.800 test rápidos de coronavirus que ayer recibió del Ministerio de Sanidad. Sin embargo, recuerdan que estas pruebas no detectan la presencia del virus en el organismo, como sí hacen las PCR, sino que identifican los anticuerpos.
Una persona tarda unos siete días en generar esos anticuerpos desde que se contagia y, por tanto, en esa primera semana la fiabilidad del test rápido es muy baja. Si el test da negativo, es necesario repetirlo unos días más tarde o realizar una prueba PCR.
Además, de los 70 test rápidos que hay en el mercado, el Instituto de Salud Carlos III solo ha validado uno, porque el resto tenían un nivel de sensibilidad demasiado bajo.
Por eso, el director general de Salud Pública, Francico Javier Falo, ha pedido a los ciudadanos que no se fíen de los test que se están vendiendo en el mercado privado, con precios "desorbitados". Lo mismo le recomienda a instituciones, como el Ayuntamiento de Valderrobres, que ha comprado 80 test para la residencia de mayores: "Deben ser cautos, porque es un mercado especulativo y tener esos test no ayudará necesariamente a conocer mejor la situación".