La carretera HU-631 que discurre por el cañón de Añisclo y que permanecía cortada desde el inicio de la campaña de validad invernal, ha reabierto este miércoles por la mañana. Vecinos y empresarios de la zona esperaban esta apertura el pasado 1 de abril, pero algunos desprendimientos fruto de las últimas lluvias obligaron a posponerla hasta hoy.
Precisamente ayer mostraron de nuevo su disconformidad por los cierres, cada vez más frecuentes, que estrangulan al sector turístico de esta zona del Sobrarbe y dificultan la movilidad, ya que da acceso a varios pueblos. Ahora confían en que la carretera se mantenga abierta hasta el próximo mes de octubre y puedan trabajar todo el verano con normalidad. Y es que los cierres de los últimos años han afectado directamente al turismo en esta parte del Parque Nacional de Ordesa, pasando de 140.000 visitantes al año a la mitad.
Cierre de la A-1217
En la cara opuesta, otra carretera cortada en la provincia de Huesca, en este caso la A-1217, entre los puntos kilométricos 52 y 56, a la altura del término municipal de Peralta de Alcofea. Según el Gobierno de Aragón, ha sido consecuencia de las lluvias de las últimas semanas, sin embargo, quienes las usan a diario aseguran que la vía lleva deteriorada mucho tiempo. De hecho, ya hace casi un año que pusieron en conocimiento de la administración el mal estado del tramo que ayer se vino abajo.
Así lo ha indicado el alcalde de Peralta de Alcofea, Sergio Gambau, quien ha pedido actuar con celeridad ya que se trata de “una carretera secundaria pero muy transitada” por camiones pesados y maquinaria agrícola, y la existencia de varias granjas de porcino. Por el momento se desconoce cuándo se va a intervenir en el tramo y el alcalde ha vuelto a reclamar una actuación integral de la vía y dejar de lado los parches que “solo son efectivos a corto plazo”.