En los últimos meses hemos conocido varios sucesos en los que personas han resultado heridas por la explosión o la quema de las baterías de patinetes, bicis eléctricas o teléfonos móviles. Este verano conocimos cómo los Bomberos de Zaragoza utilizaron un sistema en el que son pioneros en España (sólo hay tres) para apagar el fuego de las baterías de coches híbridos o eléctricos por inmersión en un contenedor inundable. La Unión Europea también ha incidido en reforzar la normativa de seguridad en estas baterías.
Cada vez son más los casos de incendio o de explosión de baterías de litio que se registran. Roberto Gracia, experto del Colegio de Ingenieros Industriales de Aragón y La Rioja, explica que los motivos por los que explota una batería son varios, pero el porcentaje de casos en los que lo hacen por un fallo o defecto de fábrica de la propia batería es muy bajo. Los casos más habituales son:
- Golpe que se lleve la batería: o que se realice un daño con un elemento punzante puede provocar que la batería entre en desbordamiento térmico y es complicado apagarla.
- Cortocircuito: se puede generar un golpe a la propia batería
- Sobrecalentamiento por un exceso de carga o envejecimiento de la batería: esta es la causa más habitual.
- Malas prácticas: dejar muchas baterías cargando en el mismo punto dentro de la vivienda
Ante estas situaciones, algunos consejos que se pueden ofrecer para evitar que la batería explote o genere un incendio, Robero Gracia enumera algunos a tener en cuenta:
- Intentar que las cargas sean los más eficientes posibles
- Si se pone a cargar una batería con otros elementos, hacerlo en un punto con interruptor inteligente que a la hora pueda cortar la carga y evitar un desbordamiento térmico
- Establecer un espacio de carga cercano a una ventana y alejado de elementos que puedan servir de combustible
- Tener un detector autónomo de incendios en la vivienda para que advierta del conato en la fase más incipiente
En caso de incendio
El experto del Colegio de Ingenieros Industriales de Aragón y La Rioja explica que hay que tener en cuenta que “el fuego de una batería no se apaga de forma convencional” y que el uso de un extintor de polvo o de CO2 que podamos tener en casa no sirve porque se trata de un fuego de tipo químico derivado por una reacción eléctrica.
Gracia afirma que en estos momentos se está trabajando en dos líneas de extinción. Por un lado, la de enfriamiento a través de productos que, aunque están apareciendo en el mercado, son de un alto coste. Y por otro lado, la de encapsulamiento a través de geles y aditivos que todavía no están disponibles a nivel doméstico, aunque sí se empiezan a utilizar a nivel industrial.
Y a estas dos líneas, se suma de sumergir en agua la batería para conseguir su extinción. Método que es el que utilizan, por ejemplo, los Bomberos de Zaragoza. Gracia también recuerda que el mayor peligro es la propagación del fuego a otros elementos de la vivienda que pueden servir de combustible.
