La puesta en marcha del refugio se ha prolongado más de lo esperado debido a la pandemia de coronavirus. Se trata de un sueño hecho realidad para los miembros de la protectora. La presidenta de Amigo Mío, Iovanka de Leonardo, ha explicado que estas instalaciones constituyen un apoyo al servicio de recogida de animales que desarrolla la empresa Covefar.
En un principio se quiso hacer un edificio enteramente sostenible, con materiales de bioconstrucción, pero por razones presupuestarias no ha podido llevarse a cabo esta idea en su conjunto. Sí que se han colocado tejados verdes y un sistema de recogida de aguas, con el fin de aunar la ecología y la conservación del medio natural al rescate de animales. Una filosofía que los miembros de la protectora intentarán transmitir a escolares y otros colectivos a partir del mes de septiembre.
En estos momentos el albergue acoge a 14 perros y 2 gatos, y se encuentra a la espera de recibir más animales.