En Aragón, el 36% de la población gitana de más de 16 años no tiene estudios, el 55,7% no ha terminado la Secundaria, el 7,8% tiene el graduado escolar y sólo el 0,2% ha superado el bachillerato o un grado superior. El abandono escolar de la población gitana es, de por sí, muy elevado. Pero ser niña y gitana aún incrementa más la probabilidad de abandono. Mientras los niños gitanos aguantan en el sistema educativo, de media, hasta los 14 años, en niñas el abandono ya es notable a partir de los 12 años.
Desde abril de 2021, la Asociación de Mujeres Gitanas Romi Cali trabaja de la mano del Ayuntamiento de Zaragoza en un programa para combatir este fenómeno anacrónico. La coordinadora del programa, Pilar Servido, ha contado que las principales causas de abandono son las obligaciones atribuidas a las mujeres gitanas: el cuidado del hogar y el casamiento, aunque subraya que también es muy relevante la desmotivación generalizada de las familias.
El programa ha puesto en marcha a lo largo de casi dos años refuerzos escolares en colegios de barrios con más población gitana, como Torrero, Oliver o San José, donde han participado un total de 63 niñas de Primaria y Secundaria. Además, se ha trabajado con las familias para implicarlas en la vida escolar de sus hijas. De forma paralela se ha llevado a cabo una Escuela de Madres en la que han participado 45 mujeres. También se ha fomentado el retorno al sistema educativo de 37 jóvenes desempleadas que abandonaron el colegio de forma temprana.