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El paro baja en 432 personas en Aragón

En estos momentos hay 58.240 ciudadanos en Aragón en paro, inscritos en las oficinas del INAEM. Los agentes sociales valoran el descenso del paro pero muestran incertidumbre sobre el comportamiento del mercado laboral.

Redacción

Zaragoza | 02.09.2022 13:19

El paro baja en 432 personas en Aragón
El paro baja en 432 personas en Aragón | Gobierno de Aragón

El desempleo ha bajado en agosto en 432 personas en Aragón, eso supone un 0,74% respecto al mes anterior. En cambio, el paro ha subido a nivel nacional. Y es que agosto suele ser un mal mes para el mercado laboral por el fin de los contratos vinculados al turismo. En estos momentos, hay 58.240 ciudadanos de la Comunidad Autónoma inscritos en las oficinas del INAEM. Si tomamos como referencia las cifras de hace doce meses, el desempleo se ha reducido en 8.496 personas.

Por sectores, el desempleo bajó en servicios, agricultura e industria. En cambio, aumentó en la construcción. Sin embargo, buena parte del descenso del paro se sustenta en Zaragoza, ya que fue la única provincia en la que se produce una tendencia a la baja. La consejera de Economía, Marta Gastón, señala que los datos del paro reflejan que la evolución es positiva, aunque las previsiones de los expertos no son optimistas.

En agosto, se firmaron 41.495 contratos, un 13% menos que el mes anterior. De ellos, 13.750 fueron indefinidos, lo que supone un 33% del total.

La visión de los agentes sociales

Los empresarios valoran positivamente este descenso del paro en agosto, aunque lo achacan a la estacionalización, ya que este año se ha adelantado la campaña de recogida de la uva y por tanto las contrataciones.

La presidenta de CEPYME, María Jesús Lorente, alerta de los problemas que están viviendo las empresas ante la actual crisis energética y no es optimista de cara al futuro.

El secretario general de UGT Aragón, Daniel Alastuey, valora que los datos reflejan que la Reforma Laboral ha tenido impacto positivo en la mejora de la calidad del empleo, pero señala que debe completarse con una subida salarial suficiente para mantener el poder adquisitivo de los trabajadores en el contexto de inflación disparada.