El trabajador notó un sonido metálico mientras trabajaba con la excavadora. Al salir del vehículo para comprobar de qué se trataba, observó que el objeto tenía la forma de un proyectil, estaba cubierto de óxido y desprendía un fuerte olor a azufre. El responsable de la obra requirió de inmediato la intervención de la Policía Nacional, que se desplazó hasta el lugar.
Al llegar, los agentes comprobaron que, efectivamente, se trataba de un proyectil de gran calibre que conservaba la carga intacta. Una vez realizadas estas comprobaciones, se procedió a trasladar el artefacto hasta un lugar seguro, donde fue neutralizado mediante una detonación controlada.
La portavoz de Policía Nacional, Rocío Gracia, recuerda que es frecuente aún la aparición de todo tipo de artefactos procedentes de la Guerra Civil, como granadas de mano, granadas de mortero e, incluso, bombas de aviación, que pueden representar un gran peligro si son manipulados de forma indebida, especialmente en zonas habitadas, como en este caso.