DÍA DE LA CONCIENCIACIÓN SOBRE EL RUIDO

Miguel Morte: "Es triste decirlo en plena pandemia, pero poder dormir es una gozada"

La Asociación Stop Ruido Casco Histórico lleva años reclamando soluciones para conciliar el ocio nocturno con su derecho al descanso, una reivindicación que se ha convertido en una lucha titánica para muchos vecinos que no se resignan a renunciar a su descanso en las madrugadas del fin de semana. Reconocen que la pandemia es una desgracia para todos, pero a ellos les permite descansar y vivir en sus casas desde hace más de un año sin sufrir los ruidos de las noches de marcha de Zaragoza.

José Antonio Alaya

Zaragoza | 28.04.2021 19:57

En las últimas décadas, no han sido pocos los vecinos que han tirado la toalla y se han mudado de piso huyendo de las largas noches sin pegar ojo por el jaleo callejero que suponen miles de personas concentradas en zonas de marcha como El Rollo, Zumalacárregui, Fita, Dato y, sobre todo, el Casco Histórico.

Otros han resistido, llegando a necesitar tratamiento psicológico para paliar los efectos nocivos del ruido continuado y la falta de descanso, además de sufrir vandalismo en sus portales o amenazas de aquellos propietarios a los que se atrevían a denunciar. El portavoz de la Asociación Stop Ruido Casco Histórico, Miguel Morte destaca los graves efectos reconocidos por las autoridades sanitarias por convivir con el ruido, tanto físicos como psicológicos.

En el Día de la concienciación sobre el ruido, Morte señala que cuando se vuelva a la normalidad habrá que hablar de asuntos como los horarios de las terrazas o la densidad de público. Cree que está bien que cierren a las diez, pero no más tarde, y sugiere pide que cualquiera se ponga en el lugar de una familia que no pueda abrir la ventana en verano a las doce de la noche por el bullicio de una terraza debajo de casa.