Salud mental y física

Los menores comen peor, hacen menos deporte y son más infelices que hace tres años

Desde hace unos años son muchos los estudios que se presentan y que alertan del aumento de obesidad entre los niños y adolescentes, del cambio de hábitos poco saludables que están empeorando la salud de estos jóvenes que tendrán graves repercusiones en un futuro.

Lourdes Funes

Zaragoza |

La Gasol Foundation, comenzó en el año 2022 a realizar un estudio para conocer la evolución de la salud mental y física de los niños y tres años después han constatado cómo están empeorando: comen peor, hacen menos deporte y son más infelices.

El director global de Investigación y Programas de la Gasol Foundation, Santi Gómez, explica que los datos que se desprenden del Estudio PASOS no son nada halagüeños ya que los jóvenes que tenían entre 8 y 16 años en 2022 han visto cómo en estos tres últimos años se ha producido un deterioro de las condiciones físicas, en la alimentación, en las horas de sueño y en su malestar psicológico, lo que, como indica Gómez, ha de ser una situación que debe llamar a la acción.

Uno de los datos que resulta muy relevante es que, en este tiempo, se ha incrementado en casi 100 minutos al día el uso de pantallas, lo que supone hasta 69 días (con sus 24 horas en exclusiva) perdidos ante los dispositivos electrónicos que hay que sumar a los 44 que ya se utilizaban antes de comenzar con el estudio.

Esta acción preocupa porque como asegura Santi Gómez, este consumo está asociado a una adicción y el hecho de promover conductas adictivas en las primeras etapas de la vida puede abrir las puertas a otras adiciones de comportamiento como puede ser las pantallas, el juego o las apuestas, pero también a las sustancias ya que “un cerebro adicto está más predispuesto al consumo de nocivo de sustancias”.

Daños a no tan largo plazo

Las consecuencias de estos hábitos y estilo de vida en el que, el aumento de uso de pantallas va asociado a una menor práctica de deporte y de actividad física, está llevando a que los menores se vayan más tarde a dormir, no cumplan con las recomendaciones de horas de sueño y a un mayor nivel de malestar psicológico.

Ese malestar se plasma en que 3 de cada 10 niños se sienten preocupados, tristes o infelices. Un porcentaje que en tres años ha aumentado del 20% al 35,6%. Lo que, según el director de Investigación y Programas de la Gasol Foundation, tiene que hacer reflexionar a los adultos de cómo han de ser capaces de proteger los derechos a la infancia y promover su pleno desarrollo. Algo que no se está consiguiendo.

Propuestas para cambiar

Desde la Gasol Foundation, tras los resultados del Estudio PASOS, se ha elaborado una propuesta en ocho peticiones para mover a la acción y garantizar que se cumplen los Derechos de la Infancia establecidas por Naciones Unidas. Entre ellas, esta la de la necesidad de implementar políticas públicas que cambien la estructura del entorno en el que crecen los menores.

Otra hace referencia a seguir impulsando iniciativas como el Plan Estratégico Nacional de reducción de Obesidad Infantil, pero también conseguir frenar la progresión del uso excesivo de pantallas y establecer límites.