Carlos Saura, tal y como cuenta Chema Conesa, comisario de la exposición, tenía muchas facetas. Era fotógrafo, director de ópera, novelista o cineasta, creando todo un mundo alrededor de su quehacer creativo. La Lonja reunirá material de su archivo personal, como publicaciones fotográficas, diarios de rodajes ilustrados y algunas de sus cámaras de fotos.
La muestra es presentada como un recorrido por su vida, una historia. Fotografías que él mismo consideraba olvidadas, utilizadas como medio de expresión, son la esencia del cineasta como artista. Con las instantáneas, los espectadores podrán conocer su vida personal, tanto afectiva como profesional.
Está dividida en cuatro capítulos: el Primer laboratorio, que recoge las fotografías de aficionado; Saura documental, que capta la España de los años 50; Fotógrafo cineasta, presentando la fotografía como un añadido en sus rodajes; y Universo Saura, que saca a relucir las influencias con las que el cineasta construyó su imaginario visual. La exposición se podrá disfrutar hasta el 10 de septiembre.