El consejo de Ministros ha aprobado hoy la licitación de la variante de Jaca por casi 140 millones de euros. Una obra muy demandada para mejorar las conexiones que permitirá enlazar, en la localidad oscense, las autovías A-21 y A-23.
El subdelegado del gobierno en Huesca, José Carlos Campo, ha valorado que esta obra favorecerá la descongestión del tráfico de largo y corto recurrido. Desde 2018, el ejecutivo de Pedro Sánchez ha invertido 1.400 millones en Aragón, por lo que la nuestra es la segunda comunidad autónoma con mayor nivel inversor en carreteras.
Campo ha contestado así a las críticas del Gobierno de Aragón sobre los plazos de las obras de la autovía A-23 entre Lanave y Sabiánigo, donde coincidiendo con el fin del puente, se produjeron retenciones de hasta 15 kilómetros con muchos conductores afectados que habían subido a disfrutar del esquí en el Pirineo.
El consejero aragonés de Fomento, Octavio López, ya trasladó en 2024 un calendario de obras según el cual sería técnicamente viable terminar las obras en 2026, y no en 2033 como plantea el Ministerio. Sin embargo, no han tenido contestación.
Según el consejero, el Gobierno de España no es diligente con los trabajos en la autovía, ni tampoco con la gestión del tráfico. El subdelegado lo ha desmentido asegurando que la DGT y Guardia Civil trabajan de forma coordinada para evitar riesgo cuando, coincidiendo con fechas señaladas, se producen retenciones.

